RUGIO EL PUMA
09.09.2014 01:17
Aunque Arruabarrena lo disimule, la cabeza de todos en Boca ya está puesta en la semifinal de la Sudamericana contra RiBer. Es cierto que el torneo quedó lejos, pero la mejor manera de llegar bien a los dos superclásicos es ganando y tomando confianza. El que le sacó todo el jugo a su oportunidad fue Emanuel Gigliotti, quien se despachó con dos goles para meterle presión al Vasco.
Aunque Arruabarrena lo disimule, la cabeza de todos en Boca ya está puesta en la semifinal de la Sudamericana contra RiBer. Es cierto que el torneo quedó lejos, pero la mejor manera de llegar bien a los dos superclásicos es ganando y tomando confianza. El que le sacó todo el jugo a su oportunidad fue Emanuel Gigliotti, quien se despachó con dos goles para meterle presión al Vasco.
De entrada Tigre amenazó con buenos arranque de Rincón (lo fueron sacando del partido a patadas) pero Boca se fue haciendo dueño del partido lenta pero progresivamente. Insúa no dejaba de trepar la cancha, Colazo se sumó a la creación y la pelota se hizo exclusividad del local, pero Gigliotti estaba muy solo. Aún así se las arregló para tener chances: un tiro alto y un buen anticipo de cabeza.
El equipo de Alfaro, demasiado respetuoso, tuvo otra clarita que Garate tiró por arriba pero el partido dio un vuelco con los ingresos de Chávez y el debut de Leo Suárez para acompañar a Gigliotti. El primero fabricó la jugada del penal que el Puma metió después de la atajada de García. Y el segundo, pifia de Blengio de por medio, llegó rápido para cerrar el partido.
Las chances son remotas pero siguen existiendo y, mientras tanto, Boca gana y sigue. Gigliotti, figura de la tarde, abrió grande la boca y habló con goles. Quiere un lugar en los superclásicos que se vienen.
La gente se fue feliz gritando por Boca, y por el partido que se viene...
Nos vemos en la proxima contra Arsenal
Resumen de nuestro Cronista:
Juan Pedro Cazes
Twitter: @JuanCazes