Los Amigos de Falcioni vs. Los Amigos de Román

Los Amigos de Falcioni vs. Los Amigos de Roman

 

 

Desde que Carlos Bianchi puso un pie en La Bombonera, Boca no paró de ganar. Copa Libertadores, Torneos Locales, ganó en Japón, ganó todo. En paralelo, crecieron hasta límites insospechados Martín Palermo y Juan Román Riquelme. Los tres se fueron de Boca: los tres volvieron. Los tres son ídolos. Hoy, los tres no están, pero siguen estando.


Cada vez que un DT en Boca hace algo bien o mal, se lo compara con Bianchi y, cada vez que hay lío, lo que antes eran “Halcones” y “Palomas” ahora son “Palermistas” y “Riquelmistas“. Bueno, bien, es hora de agregarle otra vertiente: “Falcionistas“.

 

Apenas Palermo se fue del club, lo que antes eran dos bandos se mantuvo, pero de la siguiente manera: “Los amigos de Román” vs “Resto del Mundo“. Después fue “Los Amigos de Román” vs “Falcioni” y, ahora, parece ser: “Los amigos de Falcioni” vs “Todo aquel que ose nombrar a Riquelme”. Increíble, pero real.

Sin Juan Román Riquelme, el último bastión Xeneize es Rolando Schiavi, quien en diciembre será parte del cuerpo técnico de Martín Palermo. En medio de todo este mar de fondo, puesto en escena con las declaraciones y posterior borratina de Pablo Ledesma, el Flaco se mantiene en silencio. A ver, es amigo de Palermo, pero se mostró siempre muy agradecido con Riquelme. Incluso, en medio de esa gira recordada porque el plantel llegó tardísimo a Buenos Aires una serie de tuits suyos hicieron enojar al presidente del club. Desde ahí, Schiavi casi no habló. Sigue en la suya, ya en retirada

 

¿El resto? Bueno, el resto es una parte y los amigos del DT otra. ¿Quienes son los amigos del DT? Los jugadores que él pidió especialmente, que dirigió en otro momento o que son de su gusto y, por supuesto, que no son del grupo de Juan Román Riquelme. Ellos son:  Walter Ervitti, Leandro Somoza y Santiago Silva. Dicen las malas lenguas en Casa Amarilla que todos pagan “peaje“. Algo incomprobable y que puede surgir, incluso, dentro de todo el mar de fondo.

 

Falcioni, entonces, agrupó a sus soldados, pero jamás pudo vencer al capitán. Pese a los goles de Silva, el tesón de Erviti, las manos de Orión y los quites de Somoza, nadie jamás pudo siquiera eclipsar por un instante la incomensurable figura de Juan Román Riquelme. Con todo ese cóctel, Boca salió campeón invicto, llegó de nuevo a la final de una Copa Libertadores y ganó la Copa Argentina. Todo en un mismo año. Pero no todo lo que reluce es Oro.

Aquella noche en Barinas todo se terminó de ir al demonio. Riquelme, sumamente ofuscado por el “paladar” del DT, nunca estuvo en su vereda y, lo cierto es que luego de aquel lejano 0-0 contra el Zamora, el DT renunció, enojado con Román, Cvitanich y SchiaviAngelici en Buenos Aires movió cielo y tierra y consiguió una paz más ficticia que otra cosa. Sin embargo sirvió, Román quería ganar la Copa, y por eso no le hizo mucho escándalo al DT.

La final, ante el Corinthians, mostró un Boca deprimido, sabiendo que Román se iba, y con los rumores, crecientes, que al grupo del “Diez” se le iba a cortar la cabeza.

 

Cada vez más quedó evidenciado el poco feeling con los “Amigos de Román” que tuvo un correlato casi cómico hace poco, cuando el DT hace poco sacó a Clemente Rodríguez -a quien Riquelme había bancado en conferencia de prensa cuando su titularidad estaba en duda- fingiendo una lesión que jamás existió. Una cosa, desde esa conferencia de Román, Clemente no volvió a completar los ’90 en un Boca desabrido, insípido, sin juego pero con resultados. Al menos hasta el pasado domingo.

Somoza, hace rato, que no debería jugar en Boca (jugó los ’90 en 55 de sus 64 partidos en el club, contando todas las competencias y suma sólo dos goles). Erviti está bajo y, sabe Dios, que el equipo luciera más dinámico, con otro color y más ambicioso si se rompiera el doble “9″. Pero Viatri, al ser el mejor, es intocable. Y Silva, al ser “amigo” también lo es. Así, Boca despilfarra una interesante variante. Pongamos las cosas en claro: si todos los “amigos de Román” tuvieran un remplazo acorde, ninguno jugaría.

No es casualidad que Sánchez Miño, el hombre de pies más sensibles que tiene Boca, haya sido utilizado como “3″, justo el puesto de Clemente.

Mucho menos el hecho que Walter Erviti jamás esté en duda, pese a que Sánchez Miño, en realidad, juega por ahí y hace rato que es mejor que él. Viatri juega por la misma razón que lo hacía Riquelme: Es clave y es buenísimo. Sino, estaría afuera. Como hoy lo está Sergio Araujo, otro “íntimo” del Diez, que está en “Barcelona B” en España. ¿Más? Desde que JR dijo que Leandro Paredes era su “heredero” el pibe bajó a Reserva, pese a que para la Copa Sudamericana, Falcioni le tiró, justamente, la “10″. ¿Entonces?

El DT intentó “caretear” su satisfacción por la salida de Román. Le llevó muchas fechas, darse cuenta que el Boca que le quedó debía jugar 4-4-2. Le llevó también mucho darse cuenta que Miño tenía que jugar. Ojo, Miño es otro “amigo” de Román. Pero a él le pasa lo que a Viatri. No puede no estar. Ojo, el DT le pone piedras. Lo tira atrás donde no pesa, siempre lo cambia en los ensayos. Eso va desgastando a un jugador clave en Boca. Él y Viatri son los dos ejes donde Boca se apoya para generar el poco “juego” que puede. Y son amigos de Román y eso el DT, si pudiera, lo evitaría a toda costa.

Lo cierto es que Boca, una vez más, a caballo de su enorme oficio pelea el título. Su juego no luce, todo el brillo se apagó con la salida de JR. Le quedan los diamantes Viatri y Miño y no mucho más. Con eso le alcanza para pelear. Pero las cosas no están bien, para nada. El DT y los pro-Román están cada vez más enfrentados. Schiavi hace un silencio sospechoso y piadoso, mientras que los “bancados” por el DT juegan siempre, así jueguen mal, bien o regular. La lucha no es pareja y eso desbalancea a un grupo de por sí jodido como es el de un equipo de jugadores experimentados y acostumbrado a pelear siempre.
Boca sigue ganando más de lo que pierde, juega cada vez peor y todo lo que no se dice amenaza con voltear todo del revés.  La gran duda, el quid de la cuestión es uno sólo: ¿Primero rodará la cabeza del DT o primero la alfombra quedará chica ante tanta basura?

 

 

Antes que nada, tenemos que agradecer al amigo: Javier García de Rock and Ball, por cedernos la nota para hacer este debate. Por un tema de espacios, solo vamos a poner un resumen de la misma; pero les aconsejamos que la lean completa. Acá esta el link https://www.rockandball.com.ar/ya-es-hora-de-hablar-de-los-amigos-de-falcioni/

Tema: Los Amigos de Falcioni vs. Los Amigos de Román

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